Hoy, leyendo por ahí la noticia de la toma de posesión de Ana Botella como alcaldesa de Madrid, me han llamado la atención ciertos comentarios que yo considero, como mínimo, insidiosos como el que sigue:
"Una verguenza: sin preparación, sin experiencia y con todo un plantel de despropósitos a sus espaldas.
Su gestion como concejala de medio ambiente de Madrid es cuando menos irresponsable y totalmente irrelevante.
Alguien que viste con pieles, que es capaz de decir que la culpa del Prestige fue "del Barco" y que pone a la Cenicienta como ejemplo de esposa ideal ya que acepta los malos tratos "sin rechistar" va a ser alcaldesa de la capital de España?".
O como este otro:
"Señora Botella, Dñª. Ana. Gobierne la alcaldía lo mejor que pueda y sepa. Su marido dejó el país colgado para irse a vivir la vida muelle, y eso no es servir al país como España se merece. Es aprovecharse del cargo en beneficio propio. Así que deje de copiar a nadie, ni siquiera a su marido, la imitación es un suicidio político. Un saludo y suerte en su gestión como alcaldesa".
Y, leyéndolos, me quedo de piedra viendo la cara dura y la desvergüenza que tienen quienes, con la parcialidad de la ideología, manifiestan sin rubor alguno esas barbaridades y, sobre todo y lo que me parece todavía más importante, sin darle tiempo a que ejerza y, por ende, a que se equivoque y lo haga mal.
Decir que una señora que es licenciada en derecho y que tiene una vasta experiencia en la administración, a resultas de haber aprobado una oposición que podríamos llamar "nada blanda", me parece completamente absurdo, sectario y fuera de lugar.
Como también lo es criticarla por el hecho de vestir con pieles, cosa que jamás he visto hacer con ninguna socialista porque las hay que también las usan, Carmen Alborch, por ejemplo. Porque, le guste o no a mucha gente, el llevar un abrigo de pieles no te convierte en una asesina, como tampoco el comer carne o el llevar zapatos y bolsos de piel. Lo que sí que resulta grotesco es que, para mucha gente, tenga más derechos un visón que un feto humano, eso sí que es censurable, vergonzoso y lamentable. Es más, es indignante que tengan las santas narices de montar un "dos de mayo" y un espectáculo gratuito en las calles con chorradas del tipo "antes desnuda que con pieles" y luego aplaudan que una niña de 16 años pueda abortar sin el permiso de sus padres.
De lo del Prestige para qué hablar, porque la claridad con que la Sra. Botella lo expresó no le valen a mucha gente, en realidad lo que quisieran es que alguien ejecutara a Aznar bajo la acusación de haber bombardeado el barco y así se quedarían tranquilos y, de paso, tenían temita para seguir utilizando un desgraciado accidente con fines electoralistas.
En cuanto a lo de Cenicienta, el aprovechar un comentario suyo en un cuento diciendo lo buena niña que era para decir hasta la saciedad que la Sra. Botella aprueba los malos tratos me parece ya casi una aberración, es decir casi tan malo como que una de la que más la criticó en su momento vaya a visitar al Sr. Otegui en la cárcel mientras presume de ir a misa todos los domingos. No me parece en absoluto la Sra. Botella alguien que se dejara maltratar, me la veo más bien como yo haría dándole un taconazo en los sesos a quien procediera.
Y, por último, que le digan que Aznar dejó el país colgado para irse a vivir la vida muelle y que eso no es servir a España como se merece sino aprovecharse del cargo en beneficio propio no deja de provocarme risa, porque ya es rizar el rizo, es rebuscar para ponerle pegas a lo que no lo tiene y es perfectamente legítimo. Utilizar a Aznar y su gestión como demérito tiene su guasa, reconozcámoslo.
En fin que, a diferencia de muchas otras, la Sra. Botella está sobradamente preparada para el cargo que va a ejercer, cosa distinta será que lo haga bien o no, en cuyo caso habrá que criticarla, pero con hechos, no con juicios de intenciones.
"Una verguenza: sin preparación, sin experiencia y con todo un plantel de despropósitos a sus espaldas.
Su gestion como concejala de medio ambiente de Madrid es cuando menos irresponsable y totalmente irrelevante.
Alguien que viste con pieles, que es capaz de decir que la culpa del Prestige fue "del Barco" y que pone a la Cenicienta como ejemplo de esposa ideal ya que acepta los malos tratos "sin rechistar" va a ser alcaldesa de la capital de España?".
O como este otro:
"Señora Botella, Dñª. Ana. Gobierne la alcaldía lo mejor que pueda y sepa. Su marido dejó el país colgado para irse a vivir la vida muelle, y eso no es servir al país como España se merece. Es aprovecharse del cargo en beneficio propio. Así que deje de copiar a nadie, ni siquiera a su marido, la imitación es un suicidio político. Un saludo y suerte en su gestión como alcaldesa".
Y, leyéndolos, me quedo de piedra viendo la cara dura y la desvergüenza que tienen quienes, con la parcialidad de la ideología, manifiestan sin rubor alguno esas barbaridades y, sobre todo y lo que me parece todavía más importante, sin darle tiempo a que ejerza y, por ende, a que se equivoque y lo haga mal.
Decir que una señora que es licenciada en derecho y que tiene una vasta experiencia en la administración, a resultas de haber aprobado una oposición que podríamos llamar "nada blanda", me parece completamente absurdo, sectario y fuera de lugar.
Como también lo es criticarla por el hecho de vestir con pieles, cosa que jamás he visto hacer con ninguna socialista porque las hay que también las usan, Carmen Alborch, por ejemplo. Porque, le guste o no a mucha gente, el llevar un abrigo de pieles no te convierte en una asesina, como tampoco el comer carne o el llevar zapatos y bolsos de piel. Lo que sí que resulta grotesco es que, para mucha gente, tenga más derechos un visón que un feto humano, eso sí que es censurable, vergonzoso y lamentable. Es más, es indignante que tengan las santas narices de montar un "dos de mayo" y un espectáculo gratuito en las calles con chorradas del tipo "antes desnuda que con pieles" y luego aplaudan que una niña de 16 años pueda abortar sin el permiso de sus padres.
De lo del Prestige para qué hablar, porque la claridad con que la Sra. Botella lo expresó no le valen a mucha gente, en realidad lo que quisieran es que alguien ejecutara a Aznar bajo la acusación de haber bombardeado el barco y así se quedarían tranquilos y, de paso, tenían temita para seguir utilizando un desgraciado accidente con fines electoralistas.
En cuanto a lo de Cenicienta, el aprovechar un comentario suyo en un cuento diciendo lo buena niña que era para decir hasta la saciedad que la Sra. Botella aprueba los malos tratos me parece ya casi una aberración, es decir casi tan malo como que una de la que más la criticó en su momento vaya a visitar al Sr. Otegui en la cárcel mientras presume de ir a misa todos los domingos. No me parece en absoluto la Sra. Botella alguien que se dejara maltratar, me la veo más bien como yo haría dándole un taconazo en los sesos a quien procediera.
Y, por último, que le digan que Aznar dejó el país colgado para irse a vivir la vida muelle y que eso no es servir a España como se merece sino aprovecharse del cargo en beneficio propio no deja de provocarme risa, porque ya es rizar el rizo, es rebuscar para ponerle pegas a lo que no lo tiene y es perfectamente legítimo. Utilizar a Aznar y su gestión como demérito tiene su guasa, reconozcámoslo.
En fin que, a diferencia de muchas otras, la Sra. Botella está sobradamente preparada para el cargo que va a ejercer, cosa distinta será que lo haga bien o no, en cuyo caso habrá que criticarla, pero con hechos, no con juicios de intenciones.