Es evidente que hay gente que no tiene ningún escrúpulo en hacer lo que sea con tal de no asumir lo que ha votado la mayoría, son capaces hasta de jugar con muertos.
Me estoy refiriendo a los sindicatos y a su actitud vergonzosa y rastrera, a esos mismos que sólo fueron capaces de hacerle a ZP una huelga de mentirijillas y pactada a los 7 años de estar destruyendo empleo, a los que utilizan como borregos a los niños de un instituto en el que, supuestamente, no había calefacción para ponerlos a recibir las hostias de los antidisturbios y rasgarse las vestiduras por ello, a quienes reciben en el Parlamento valenciano con honores a un niñato estúpido que hace continuamente apología del terrorismo y de la violencia como si fuera el héroe del momento, a los que, en nombre de una mal llamada democracia y en el supuesto ejercicio de sus derechos, se permiten quemar contenedores, coches, mobiliario urbano y lo que les venga en gana.
Todos ellos están provocando un clima de crispación vergonzante y preocupante y vamos viendo, día a día, como dan una vuelta de tuerca más en su intento de, insisto, seguir montados en la misma “burra” con aire acondicionado que les proporcionó ZP y con una ceguera absoluta respecto a las necesidades actuales de España y a la gravedad de la situación y, sobre todo, a la necesidad del sacrificio de todos para salir de esta.
Hoy los sindicatos han rizado el rizo de la poca vergüenza al anunciar movilizaciones para el próximo 11 de marzo, tomando como excusa un supuesto homenaje a las víctimas del 11-M, lo ha dicho José Ricardo Martínez, el pobrecito que no sabe lo que gana porque la Renta se la hacen, y se ha despachado diciendo que harán un homenaje y un gran recuerdo a las víctimas y a sus familiares.
Y el caso es que no le falta razón, porque “recuerdo” lo que es “recuerdo” claro que lo van a tener los familiares, ¿cómo no tenerlo si ves que están jugando con tus muertos?, de hecho va a ser un “recuerdo” inolvidable para esos familiares ver como utilizan a sus muertos no para llorar por ellos, no nos engañemos, sino como conmemoración del día en que, contra todo pronóstico, esos cadáveres sirvieron para que ellos empezaran a enriquecerse a costa de todos los españoles. Y que conste que esta última afirmación no es gratuita, es demostrable B.O.E. en mano.
Digo yo que ya que, supuestamente, se manifiestan ese día por las víctimas, los carteles los estarán encargando con exigencias para que se investigue el tren que acaban de encontrarse y, de una vez por todas, se empiecen a depurar responsabilidades y a aclarar temas ¿o no, que va a ser que eso no conviene?, que a ellos sólo les conviene jugar con los muertos.