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12 octubre 2010

Cría cuervos


Dicen que la expresión "Cría cuervos que te sacarán los ojos" la dijo por ver primera D. Alvaro de Luna, allá por el siglo XV cuando, encontrándose con un mendigo ciego y con las cuencas de los ojos vacías, se interesó por su mala suerte y el mendigo le contó que le había dejado ciego a picotazos un cuervo que había criado desde pequeñito.

Algo parecido debió de pensar Lluís Llongueras cuando hace unos dias recibió el Burofax que su hija Esther, hija de su primer matrimonio y actual Presidenta o Administradora de la empresa que fundó Llongueras con un préstamo de 300.000 Ptas. y siendo todavía menor de edad, en el que le comunicaba su despido laboral.

El citado Burofax decía, entre otras cosas que:


"Hemos decidido prescindir de sus servicios porque las tareas que usted realiza no son satisfactorias para la empresa y no ostenta actualmente ningún poder notarial para ejercerlas".

Eso sí, en el mismo Burofax, la empresa reconoce la improcedencia del despido y le ofrece una indemnización de 45 días por año trabajado más los salarios pendientes, en total unos 7.000,00 €.

Según ha explicado Llongueras, al constituir la sociedad en el año 1.987, puso parte de las acciones a nombre de varios familiares, con el siguiente porcentaje de participación:

1) Su, por entonces, esposa: 34,5%
2) Sus dos hijos mayores: 16,6%
3) Otros: 38,50%
4) El mismo: 10,4%

Posteriormente, en el año 2.006, se separó de su mujer y se volvió a casar pero, al poseer entre sus hijos y su ex mujer más de un 50% de la sociedad, él no tiene poder de decisión alguno.

Evidentemente no conozco la vida personal de Llongueras pero imagino que dolerle le tuvo que doler y no hablo de dinero en absoluto, porque creo que no debe de faltarle, sino del hecho de que tu propia hija te despida de un negocio que tú fundaste y del que fuiste el único artífice. Porque supongo que Llongueras, como todo hijo de vecino, tuvo en su momento que renunciar a algo por el bien de sus hijos, que se preocuparía por ellos, que les amaría y mil cosas más. En cualquier caso, su hija valoró sus desvelos en 7.000,00€.

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