Yo soy lo que mucha gente llama "maniática del orden" y forofa de la simetría, hay cosas que las tengo repetidas porque, a mi juicio, quedan mejor de dos en dos (visualmente hablando); soy de las que tiene un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio y me molestan sobremanera lo que yo llamo "enredos", soy de las que siempre se ha dejado la cama hecha al irse al trabajo a pesar de que al rato venía la asistenta, ordeno mi ropa en los armarios por colores y por largos de falda y un largo etc.
Recuerdo que cuando mis hijos eran pequeños les decía que recogieran los juguetes y, como tardaran un minuto más de lo que yo consideraba razonable, entraba con una bolsa de basura, así como al descuido, y empezaba a echar juguetes dentro y ese era el pistoletazo de salida para que, automáticamente, se pusieran a recoger. Ahora, aparte de no hacerme mucho caso, tanto ellos como mi marido llevan muchos años riéndose de mis manías y cuando, por ejemplo, muevo 1 cm. una silla que acaba de colocar uno de ellos me preguntan: ¿qué más te da 1cm. más que menos?, a lo que yo respondo: "me da que no está en su sitio y me hace daño a la vista" y ellos siguen y me dicen: "claro, claro, tu espíritu tan delicado sufre con cosas así" yo les respondo que son unos desordenados insensibles y, al final, terminamos riendo pero con las cosas en su sitio.
Y el caso es que no me conformo con ordenar mi casa, mi oficina (cuya mesa siempre he tenido impecable y todo en carpetas ordenadas por orden de importancia y/o tiempo de ejecución) y hasta los papeles de la guantera del coche de mi marido. No, yo voy a más porque se me van las manos solas al desorden y ordeno hasta los expositores de los bancos. Si estoy haciendo cola para la caja cuando yo salgo del banco están los expositores mejor ordenados que el día que los estrenaron, clasificado todo por temas y todos los folletos bien ordenados y, como la cola sea larga, hasta por temas y colores. Y si hago una gestión en alguna mesa del banco también les ordeno las cosas (entiéndase las que se pueden tocar y no son papeles confidenciales) mientras hablamos y les deslío los cables de los teléfonos y se los dejo perfectos.
El caso es que a mis hijos les ha dado por decirme que seguro que tengo un trastorno obsesivo compulsivo con eso del orden (también me dicen maniática de la limpieza pero la percepción de la mayoría de los hombres no coincide con la de las mujeres) y ayer, haciendo un bizcocho, me puse a mirar los pasos que sigo y pensé si no será verdad que me paso un poco porque, para hacer un bizcocho, yo hago lo siguiente:
1) Saco el bol donde voy a mezclar los ingredientes.
2) Saco el colador para cerner la harina (así sale más esponjoso) y lo pongo encima del bol.
3) Saco la batidora y la pongo a su derecha (ahí hay un enchufe).
4) Saco los ingredientes y los pongo a la izquierda del bol exactamente por el orden por el que los voy a ir mezclando, bien ordenados como si fueran soldaditos para pasar revista, hasta los huevos los pongo uno al lado del otro o formando una figura simétrica.
5) Saco el molde en el que lo voy a meter en el horno y lo pongo a continuación.
6) Echo la harina y voy y guardo el paquete.
7) Enjuago el colador y lo meto al lavavajillas.
8) Echo la levadura y tiro el sobrecito a la basura.
9) Echo el azúcar y voy y guardo el tarro.
10) Echo la leche y voy y guardo el paquete.
11) Echo los huevos y tiro la cáscara a la basura inmediatamente.
12) Y así sucesivamente hasta que termino teniendo en la encimera solamente el bol, la batidora y el molde del horno.
En fin que, aparte de lo absurdo del tema, ya no sé si tengo un TOC de esos y estoy de psiquiatra por lo del asunto del orden o los que no son normales son ellos porque, digo yo, si entran 20 veces al día a los baños ¿es necesario que las 20 veces dejen las toallas torcidas y me tenga yo que poner como la de la foto cuando las veo?.
Recuerdo que cuando mis hijos eran pequeños les decía que recogieran los juguetes y, como tardaran un minuto más de lo que yo consideraba razonable, entraba con una bolsa de basura, así como al descuido, y empezaba a echar juguetes dentro y ese era el pistoletazo de salida para que, automáticamente, se pusieran a recoger. Ahora, aparte de no hacerme mucho caso, tanto ellos como mi marido llevan muchos años riéndose de mis manías y cuando, por ejemplo, muevo 1 cm. una silla que acaba de colocar uno de ellos me preguntan: ¿qué más te da 1cm. más que menos?, a lo que yo respondo: "me da que no está en su sitio y me hace daño a la vista" y ellos siguen y me dicen: "claro, claro, tu espíritu tan delicado sufre con cosas así" yo les respondo que son unos desordenados insensibles y, al final, terminamos riendo pero con las cosas en su sitio.
Y el caso es que no me conformo con ordenar mi casa, mi oficina (cuya mesa siempre he tenido impecable y todo en carpetas ordenadas por orden de importancia y/o tiempo de ejecución) y hasta los papeles de la guantera del coche de mi marido. No, yo voy a más porque se me van las manos solas al desorden y ordeno hasta los expositores de los bancos. Si estoy haciendo cola para la caja cuando yo salgo del banco están los expositores mejor ordenados que el día que los estrenaron, clasificado todo por temas y todos los folletos bien ordenados y, como la cola sea larga, hasta por temas y colores. Y si hago una gestión en alguna mesa del banco también les ordeno las cosas (entiéndase las que se pueden tocar y no son papeles confidenciales) mientras hablamos y les deslío los cables de los teléfonos y se los dejo perfectos.
El caso es que a mis hijos les ha dado por decirme que seguro que tengo un trastorno obsesivo compulsivo con eso del orden (también me dicen maniática de la limpieza pero la percepción de la mayoría de los hombres no coincide con la de las mujeres) y ayer, haciendo un bizcocho, me puse a mirar los pasos que sigo y pensé si no será verdad que me paso un poco porque, para hacer un bizcocho, yo hago lo siguiente:
1) Saco el bol donde voy a mezclar los ingredientes.
2) Saco el colador para cerner la harina (así sale más esponjoso) y lo pongo encima del bol.
3) Saco la batidora y la pongo a su derecha (ahí hay un enchufe).
4) Saco los ingredientes y los pongo a la izquierda del bol exactamente por el orden por el que los voy a ir mezclando, bien ordenados como si fueran soldaditos para pasar revista, hasta los huevos los pongo uno al lado del otro o formando una figura simétrica.
5) Saco el molde en el que lo voy a meter en el horno y lo pongo a continuación.
6) Echo la harina y voy y guardo el paquete.
7) Enjuago el colador y lo meto al lavavajillas.
8) Echo la levadura y tiro el sobrecito a la basura.
9) Echo el azúcar y voy y guardo el tarro.
10) Echo la leche y voy y guardo el paquete.
11) Echo los huevos y tiro la cáscara a la basura inmediatamente.
12) Y así sucesivamente hasta que termino teniendo en la encimera solamente el bol, la batidora y el molde del horno.
En fin que, aparte de lo absurdo del tema, ya no sé si tengo un TOC de esos y estoy de psiquiatra por lo del asunto del orden o los que no son normales son ellos porque, digo yo, si entran 20 veces al día a los baños ¿es necesario que las 20 veces dejen las toallas torcidas y me tenga yo que poner como la de la foto cuando las veo?.
31 COMENTARIOS:
Hola María,aquí estoy de nuevo,de vuelta,es un placer siempre visitarte,espero que hayas pasado unas vacaciones placenteras...Regreso llena de energía para seguir publicando y visitar a mis queridos amigos..Besos querida amiga
jajajajajajajajajaj... Me hiciste recordar a mi madre. Todo en orden. Y yo tan desordenada... jejejejje
Me parto de la risa leyéndote, mi querida María.
Besitos y feliz domingo
jajaja Mi madre es clavada a ti, en este aspecto. ¿Pero a que vosotras no perdéis nunca nada?
¡Un abrazo!
¡¡¡NO!!!
No viviría contigo, nunca. Me gusta el orden, pero lo tuyo ya es de antología.
Y bueno, ca uno es ca uno, decía mi abuela.
Un beso María, que pases un feliz domingo.
mariarosa
Querida paisana María: Ya estoy de nuevo en casa. Mi familia y yo hemos pasado unos días de playa, sol, piscina y tranquilidad en Guardamar. He visitado a algunos primos y tíos en Murcia, concretamente en Alcantarilla, y he sentido como me invadían antiguos recuerdos de mi infancia por esa tierra murciana que también es la mía.
Dicho esto, diré que no disponía de internet cosa que, por otro lado, casi se agradece. Así, se desconecta más con todo lo que normalmente nos rodea en nuestra vida cotidiana. Sí, porque las vacaciones familiares son para disfrutar en familia del sitio donde estás, creo yo.
Cuando abrí mi cuenta de correo había una larga lista de mails (la mayoría basura publicitaria), por revisar y abrir. Me encontré con la sorpresa de tus comentarios sobre dos entradas del 2009 en mi blog: DEGUSTACIÓN y SECRETOS. Sabes María, paisana, que valoro y agradezco mucho tus comentarios y el interés que muestras al leer mi modesta producción que, no cabe duda, unas veces es más acertada y válida que otras. Sobre estas dos que menciono sólo diré que estoy satisfecho del resultado y de que haya gente a las que se les ha “removido” algo al leerlas.
Después, al abrir mi blog, comprobé que la lista de blogs que visito se han mantenido “funcionando” con cierta normalidad aunque no todos, claro. Días atrás he estado leyendo tus entradas en este blog porque ya sabrás que soy muy fiel a mis amigos blogueros que para eso los pongo en la lista de blogs interesantes. La cuestión es que aunque ya estoy en casa, no dispongo del tiempo diario necesario para atender a todos con premura. Es por eso que hoy, he decidido ocuparme de comentar tus entradas desde donde las dejé. Y lo mismo iré haciendo con el resto.
Has de saber, paisana que aquí en Madrid hace un calor que te mueres. Igual, igual que el que pasé hace unos días paseando por la calle Platería de Murcia a las doce de la mañana. Voy al frigo a por algo fresquito.
Bueno, aquí van mis comentarios:
—PRIMERA FECHORÍA. No, decididamente no. Con esa carita de niña buena no me creo que fueras la impulsora de tal delito ecológico. Tu vecinita algo mayor fue la inventora, seguro María, de semejante divertimento. El patatús de Leonor debió ser monumental pero, siendo positivos, así renovaría la colección de plantas de su patio. Guapísima en la foto, nena.
—SOY INSENSIBLE. No creo, paisana. Si acaso algo cerrada al modernismo en general. El arte, (y la pintura está englobada en esa categoría), es una forma más de expresión, de comunicación entre interlocutores aunque de una forma más personal entre obra y espectador donde intervienen muchos factores y no sólo la sensibilidad del receptor. De todas formas, para gustos se hicieron los colores. Por otro lado, mencionas autores y obras que son aclamados universalmente. Algo de valioso tendrán, ¿no crees?
—ERES UNA ZORRA. Querida paisana, la fibromialgia es una zorra para ti y para más de 20 millones de personas que, parece ser, la padecen en el mundo. Se calcula que en España afecta a más de un millón de personas. Lamento que dicha enfermedad te dé tanto por saco pero, también sé de tu fortaleza y tus ganas de seguir adelante. No desesperes y no tires la toalla. Apóyate en tu gente, en tu marido, en tu amor propio. Sigue tu tratamiento, tus terapias y ármate de coraje para vencer a dicha ingrata que no entiende de planes, sueños, alegrías ni ilusiones. Grita si hace falta, saca tu mala leche pero que esa zorra sepa con quién se la está jugando.
—¿PORQUÉ NO TE CALLAS? Santiago Carrillo supongo que siempre será un personaje polémico. Entiendo que nombrarlo Doctor Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Madrid por los argumentos que mencionas para darle tal título, entra perfectamente dentro de los méritos más que aceptables para cualquier candidato. Lo que pasa, paisana, es que siempre nos quejamos de aquellos que sacan a la luz la consabida “Memoria Histórica” porque parece ser que “enfrenta” a las dos Españas y no deja olvidar y reconciliar posturas y, por otro lado, depende del momento y del personaje que sea, sacamos documentación del pasado para remover viejos episodios trágicos de nuestra Guerra Civil. César Vidal no es precisamente un historiador independiente y objetivo; es más, parece ser que hay indicios suficientes de que en muchas de sus obras de carácter histórico, da datos no contrastados por fuentes fidedignas y que incluso ha llegado a “inventarse” informaciones. Y si es cierto que ha dicho las frases que mencionas, no habría que sacarlas del contexto donde las dijo para poder opinar mejor. Aunque comparto contigo que, algunas veces, es mejor callarse.
—ERAN PARA MÍ. Amiga María, me ha sorprendido este relato con ese toque de realismo y misterio y, por qué no decirlo, sensibilidad. Te felicito por haberlo escrito porque no es fácil mantener ese suspense y no decaer en la lectura y tú lo has conseguido. Si acaso, permíteme que te lo diga, eliminaría el último párrafo. Yo lo terminaría justamente en “…le veo llorar desconsoladamente murmurando mi nombre.” ¿Por qué? Porque la historia tiene la suficiente fuerza y emotividad como para no dar esas explicaciones finales; porque al lector no hay que dárselo todo mascado, porque es obvio lo que está pasando y porque si haces la prueba y pules un poco el relato verás cómo gana en intensidad. Es sólo una sugerencia. El autor siempre tiene la última palabra.
—DUÉRMETE NIÑO QUE VIENE EL COCO, DIGO EL PAPA. Qué te voy a decir sobre esto, querida paisana María. Pues te diré que me gusta la ironía porque eres una maestra en el uso de este recurso literario-lingüístico y, la verdad, me lo paso bien leyendo tus entradas irónicas porque derrochan ingenio. Sobre la visita del Papa poco voy a añadir. Me tengo por tolerante y respeto las ideas religiosas de cualquier creyente. Creo que los católicos españoles y los jóvenes de medio mundo que han disfrutado de estas Jornadas de la Juventud en Madrid donde han podido ver a Benedicto XVI, se habrán llenado de gozo y de alimento espiritual para una buena temporada. Esos que se llaman indignados deberían haber sido más respetuosos con los visitantes porque creo que habrán dejado algún euro para nuestras paupérrimas arcas y Madrid ha salido en los telediarios de todo el mundo y puede que otros se planteen visitarnos en otra ocasión y figure España entre sus lugares favoritos de vacaciones. Y digo yo, por qué no organizan las próximas jornadas en cualquier país del cuerno de África; por ejemplo en Somalia. No, en agosto, no. Podría ser perfectamente en abril o mayo y darles a sus habitantes no sólo el alimento espiritual que aquí han recibido sino también del otro del que llena el buche y te hace crecer para llegar a joven como los de Madrid porque el representante de Dios en la Tierra no debería olvidar a esos otros sus hijos famélicos. "No amemos solamente con la lengua y de palabra sino con obras y de verdad. En esto conoceremos que somos de la verdad y estaremos tranquilos delante de Dios aunque nuestra conciencia nos reproche de algo." (1 Jn. 3, 18-24). Dicho de otro modo: obras son amores y no buenas razones.
Y es que, querida paisana, hay niños y jóvenes que dormirían mejor si les visitara el Papa. Pero ellos nunca podrán besarle el anillo.
—YO OPINO QUE AMOR ES…Qué bonito es estar enamorado, paisana. Suscribo todo lo que dices en esta loa al amor, a la persona que amamos y que nos ama. Es un privilegio sentir esa sensación y saber que nos quieren. Y es que, amiga María, ciezana como yo, el verdadero amor se compone de todo eso que nombras y se hace más fuerte según avanzamos juntos en este camino llamado vida donde no todo es sendero llano.
Reconozco que el primer verso me ha chocado por lo de “cinco letras es amor” (¿?) y comparto contigo la opinión de que, muchas veces, no se encuentran las palabras necesarias para explicar la magnitud de ese amor. Que viva el amor.
María, por hoy ya lo dejo. Como ves voy comentando lo que leo. Seguiré en otra ocasión para ponerme al día. Te agradezco, y lo digo de verdad, que te hayas puesto a leer mis entradas antiguas. Si sigues leyéndolas encontrarás un poco de todo. Algunas te harán reír, otras un nudo en la garganta y en otras me conocerás en mi lado más personal.
Gracias por estar ahí, al otro lado.
Un abrazo de Mos desde fuera de su orilla.
Amiga María: He intentado insertar mi megacomentario y me dice el blog que es demasiado grande, que máximo cuatro mil y pico caracteres. Por eso, me cachis en la mar, he tenido que partirlo por bloque para dejar constancia de ello.
Bueno, paisana, lo dicho: seguiré leyéndote y comentando.
Por aquí amenaza tormenta más fuerte que la de ayer. Voy a ducharme y nos daremos un paseo si es que podemos salir.
Otro abrazo de Mos.
Mos:
Lo de cinco va porque, en principio, pensé escribirlo en francés, ya sabes: Amour, jajaja. De hecho escribí casi todo en francés y luego lo traduje.
ja, ja, ja Maria, un poco excesivo si lo es pero lo de ordenar las cosas de los de fuera ya es peligroso, ten cuidado que la gente tiene mucha jeta y luego te van a pedir que lo hagas por el morro, ji, ji.
Un besote.
JIJI AMIGA, TANTO ORDEN NOOOOOOO, ES BUENO QUE TODO ESTÉ EN SU LUGAR PERO TAMBIÉN SE VA LA VIDA LIMPIANDO... NOOOOO CONOZCO GENTE QUE VIVE PARA ESO PORQUE ARREGLA Y AL SEGUNDO ESTÁ DESORDENADO.
ES UNA TORTURA!!! IGUAL TE FELICITO.
BESITOS
Hola María, me recuerdas a mi querida madre, que también era obsesiva con el orden y la limpieza. Creo que salí a ella. Te comprendo, y no deja de causarle a uno conflictos y confrontaciones en el hogar. A estas alturas ha aflojado un poco para no llenarme de stress.
Saludos.
ahhh Maria,tengo unas horitas para contestar.Yo soy como tu.identica. Si vamos al siki claroooooo que nos dice que tenemos toc,tu enseñale el papel y veras...sales con medicacion jajajajajjajaja.Pero creo que el toc es algo muuuucho más serio que eso, el toc es estar contando cuadritos hasta llegar al 1.000.000 y no poder parar y tener que seguir, o lavarte las manos cuando vienes de un bus hasta que te sangren de agrietadas que estan...lo nuestros..son manias.Quedate tranquila.Besiñosssssssss
Hola María, me he reído un montón con lo expuesto, entre otras razones porque si tú dices o crees tener un TOC yo debo tener la enfermedad contraria, pues soy un desorden en persona.
Me cuesta muchísimo llevar un orden tanto en casa como en el colegio. Espero que, al vivir sóla, e ir entrando ya en años, me haga algo más ordenada.
Eres un tesoro María. Cada uno es como es.
Te quiero mucho. Rosa.
No sólo te comprendo, amiga mía, sino que te insto a no dejarte vencer por "los normales" despatarrados y desarreglados que pasan por la vida torciéndolo todo ¡nunca nadie piensa que atrás vienen otros! Todos ven el derecho de su nariz y ¡punto! No te amedrente ningún comentario, es esa masa "normal" la que requiere un psicólogo, psiquiatra, sociólogo ¡qué se yo! No podemos permitir que se desarregle nuestro entorno con tanta parsimonia, dejadez y desidia.
Un abrazo.
Me siento María plenamente identificada contigo, también soy persona de orden y en casa me pasa algo parecido con mi tropa. Dicen que somos maniáticas del orden, ellos se han parado a pensar que son un pelin desastres y por eso quizás se notan mas, nuestras manias.
Mi marido es artista pintor, te lo puedes imaginar, como para no estar siempre al quite con la pintura que anda por toda la casa.
Un abrazo
Hay manias para todos los gustos y sabores. Yo pienso; ni tanto ni tan calvo jajajajajaja.
Besitos preciosa cuídate mucho se te quiere, pasa una linda semana.
Hola Maria, bueno una sonrisa para empezar el día no está mal, cuentas "tu problema" con gracia, no hay duda.
Mira lo del bizcocho, tu forma de colocar las cosas que vas a utilizar y luego ir tirando o quitando no me parece nada mal, es más diría que está hasta bién pero ¡lo otrooooooo! ... .
Todo en exceso no es bueno, a tí te gusta exageradamente el orden, ya no voy a decir sobre tu casa que es algo tan personal (aunque creo que agobias un poco a tu familia) pero veo que saben llevarte (a fuerza de costumbre, supongo ja ja ja) pero lo del banco ... eso ya es pasarse un poco, sobre todo cuando les ordenas los papelitos de su mesa o quitas los nudos de los cables.
Me pregunto si se quedan con las ganas de decirte algo ... pero ¡como el cliente siempre tiene razón!.
En fín María siempre puedes consultar esto con el médico de cabecera y valorar si simplemente es una manía sin más importancia o algo más inconsciente.
Ahhhh ... pero cuéntale lo de que les ordenas los papeles de publicidad y les deslías los cables del teléfono a los del banco.
Por cierto y aunque esto no tiene nada que ver con tu post te comento que ya me he fijado que alguna vez dejas algún comentario en lo que escribes, pues bién no se si es un problema mío o todos lo vemos así menos tu pero tu comentario sale en una especie de rectángulo verde clarito y las letras apenas se ven, creo que si cambias el tono de ese verde tan claro por otro tipo de verde u otro color se verá mejor.
Besitos.
Leyendo tu entrada, me considero afortunado con mis obsesiones, personalmente a mi me gusta el orden las buenas costumbres y la puntualidad, pero tu obsesión por el orden lo considero excesivo, creo de debes rebajar un poco el celo en tus quehaceres diarios.
saludos.
María me he sorprendido, no mucho de que tu orden sea tan complejo, pero tú elegiste ese y no otro para tí misma.
Tú o tu cerebro, da igual, necesita ese ritual en cada una de tus actividades, sí o sí.
Trastocar cualquier acto, lo entiendes como un caos, tu mente lo pasa incluso mal.
Pero tu familia resulta que eligió otro orden distinto al que tu consideras perfecto y no te gusta.
Un psicólogo amigo me comentó una vez que las personas somos como pelotas, de distintos colores, tamaños y que todas botamos a ritmos desiguales, pero ninguna se "enfada" con las otras.
Pienso más bien en que relajarse y hacer la vista gorda con los " fallos ajenos" a nuestros ojos, nos da mayor satisfacción, porque no les amargamos la vida.
Ellos, pues aceptan tu orden tan ordenado y debes por tanto, aceptar el suyo tan desordenado para tí.
Permite los centímetros esos que les reclamas y dejalo pasar, te querrán incluso con más sonrisas.
Yo no soy asi, me gusta el orden, pero lo normal y eso sí, a mi aire y sin imposiciones.
Recuerda que si ellos dejan las toallas así es porque es su forma, no la tuya.
No vayas y mires la toalla, mujer y les riñas, relájate y con amor y silencio la pones a tu gusto, que es lo que hago yo.
Un beso María, me he concentrado leyéndote y uffff relájate, sólo te digo eso, la vida es más sencilla que tanto orden y razones sobre él.
Todos somos y tenemos nuestras manías, yo el primero y efectivamente me gusta el orden y que todo este en su sitio.
No puedo ver un cuadro torcido o algo descolocado, soy consciente que algunas veces somos incluso ridículos.
Un beso.
Simpática imagen......lo importante es terminar con las cosas en su sitio.
Un abrazo.
Isabel
HOLA MI AMIGA QUERIDA, SUPER ORDENADA.
TODO MI CARIÑO PARA TI.
tÚ PUEDES CON TODO, QUE BUENO!!! YO LA VERDAD QUE NO... TE FELICITO.
BESOS
Maria permteme que me ria, yo era igual, pero con todo el amor del mundo me dices ya pero....... besitos
María, ciezana guapa (con permiso de tu marido), vuelvo para seguir comentando tus entradas. Sigue haciendo calor en Madrid; aunque para calor, ¡chacho!, el de nuestra tierra.
—Y AHORA VOY Y TE DENUNCIO: Serían indignadas las susodichas pero más que indignadas eran torpes y unas hijas de su madre. Cuántos casos se habrán dado donde el sexo “débil” se haya aprovechado de lo mal visto que están hoy los malos tratos y la violencia de género (a los que por supuesto repruebo y condeno), y por ello se hayan visto denunciados y castigados algunos hombres.
Creo, paisana, que las mujeres deben hacerse valer por sus méritos y cualidades y no ir por la vida de débiles y desprotegidas porque no es así en la mayoría de los casos.
—EL ACCIDENTE DE LA IGUANA: No sé yo, no sé yo…¿de verdad que fue un accidente? El caso es que hay que reconocer que mientras vivió, vivió como una reina en un terrario de 5 estrellas con todo incluido. Di que sí, María, que hay bichos que mejor estarían en su tierra y todos tan felices.
—DE PASEO POR EL FUTURO: Según vamos cumpliendo años en pareja, vamos viendo el pasado que hicimos juntos, los obstáculos que hemos librado, las ilusiones que se han ido cumpliendo. También nos gusta imaginarnos el futuro. Ese futuro también juntos, hecho de recuerdos imborrables y más amor si cabe. Y que así sea para todos.
—LA GRAN VISIÓN II: Pues sí que estuvo atinado el ministro Solbes, ¡vaya tela! El oro es lo único que sigue creciendo en valor en todas las bolsas mundiales y tener las mayores reservas de este preciado metal, es garantía para aguantar mejor el tirón de la crisis. Desconocía este asunto, paisana, pero veo que peor imposible.
—HOY NO ME COMENTES, MANDA UN SMS: Veo esta entrada y me cabreo. Me cabreo porque sigue habiendo el mismo hambre en África que cuando era pequeño y ya voy para 51 años los que cumpla. En ese tiempo los países ricos se han hecho más ricos; han derrochado a espuertas, han seguido con su vida a todo tren y la pobre África igual o peor. Ahora parece ser que hay crisis mundial y esos países ricos (el nuestro nunca lo fue pero también está en el Primer Mundo), se aprietan el cinturón porque han perdido parte de las ganancias y el bienestar peligra. Pues bien, ahora, las grandes fortunas que manejan este podrido mundo dirán que le den por el cuerno al cuerno de África. La ONU advierte de la hambruna que va en aumento (esto lo he oído decenas de veces a lo largo de mi vida), de la necesidad de ayudar a esa pobre gente que además es negra (¡cómo no!), que viven en un secarral, que no hay nada que extraer valioso en su territorio (¡claro, por eso están así de abandonados!) y pide destinar más fondos para ayudar a todos los países. Y me sigo cabreando, paisana.
Y, como siempre, apelan a nuestras conciencias individuales para colaborar y “limpiar” la conciencia colectiva de, repito, este podrido mundo. Creo que el ser humano está perdiendo muchos de los valores que le hacen grande. Por supuesto hay una minoría sensibilizada con este y otros problemas del planeta que intenta cambiar todo esto e incluso están metidos de lleno en el origen del problema pero, seamos sinceros, la mayoría nos hemos acostumbrado a que esto es así y comemos viendo los telediarios con todas las penalidades asomando por la pantalla. Y es que hacemos marchas, manifestaciones, quedadas, reuniones, movilizaciones y demás colectividades variopintas para todo pero siempre en nuestro beneficio. Poco, poquísimo por el bien ajeno y menos si es lejano a nosotros. Y así nos va, María. Por eso me cabreo, ciezana amiga; porque aquí prevalece aquello de “maricón el último” y si damos algo por los demás, son las migajas que nos sobran. ¿Sabrá de todo esto Benedicto XVI?
Leí hace un tiempo que se había organizado un macroconcierto en Madrid por los damnificados del terremoto de Lorca y que se tuvo que suspender porque sólo se habían vendido 50 entradas. Eso me da la razón al decir que miramos para otro lado cuando las desgracias no nos salpican. ¿Dónde queda ya nuestro corazón? Tendríamos que recibir millones de SMS a nuestras conciencias. Y primero a todos los políticos que deciden el futuro de los demás. Ah, y que no nos pidan tantas aportaciones a los ciudadanos y los magnates y las grandes empresas (como las de telefonía, que nos dan sablazos con sus tarifas), suelten la pasta gansa. Aparte de cabreado estoy jodido tras escribir esto, María.
—¿ESTARÉ TRASTORNADA?: Ja,ja,ja,ja,ja,ja. No viene mal un poco de humor después de la entrada anterior. Tanto orden es mucho, paisana. Lastimica de zagales tus hijos, María. Qué agobio me está entrando. Me recuerda aquella película de Jack Nicholson; creo que era “Mejor imposible”. Te imagino en el banco ordenando folletos; buscando la simetría por doquier aquí y allá. Tuvimos una amiga que era parecida en eso. Tenía los cajones, todos los cajones, ordenados por tamaños de las cosas, los cds, la ropa, los billetes (que tenían que ser nuevos y pulcros), las monedas, las estanterías, las latas de conserva, todo, todo, todo, orden total en todo. A mí me gusta el orden pero puedo vivir sin él. Aunque, no creas, también tengo mis manías.
PD: ¿Has pensado en escribir un libro de recetas? Es que con tanto orden y siguiendo los pasos al milímetro, seguro que no había plato que se nos resistiera.
Un abrazo de Mos desde fuera de mi orilla.
HOLA QUERIDA MARIA
TE DEJO TODO MI CARIÑO.
GRACIAS POR PASAR POR MIS RINCONES, ALLÍ MISMO TE HE DEJADO UN COMENTARIO CON RESPECTO AL COLUMPIO: DUEÑO DE NUESTRA NIÑEZ.
BESOS Y ABRAZOS.
No creo que estes trastornada y ni que a nadie pueda perjudicar tu orden...tú eres la que debe saber si eso te ayuda, te facilita tu vida o al contrario.
Está muy bien que nos cuentes cómo colocas los utensilios para preparar un bizcocho, pero sería mejor que nos pasaras la receta.
✿ڿڰۣ✿ڿڰۣ✿ B E S O S✿ڿڰۣ✿ڿڰۣ✿
Es verdad, Lara, jaja, mañana pongo una de recetas.
Besos
jajajjajjajajaj, ayss María, si yo creía que era especial y no, no llego a tanto pero adoro colocar cosas por lo que cuando has contado lo del banco he sonreído con una sonrisa comp0lice. Aunque te cuento algo, me tengo que esconder de mi familia en las tiendas, sobre todo en Mercadona porque voy colocando y quitando cajas vacias y les mosquea...
Me ha encantado esta entrada.
Un abrazo cariñoso.
Di que no mi niña! que yo hago exactamente igual que tú...
La descripción del bizcocho... como si lo estuviera haciendo yo... es mas, hago la cena, la comida, y antes de sentarme a la mesa la cocina parece que no haya pasado nada... a excepción de la sarten o cazuela de turno que dejo enfriar antes del lavavajillas... todo lo demás impecable...
Me he reido con lo de la ropa.. yo hago igual!! la tengo por colores y los zapatos ni te digo!
Vamonos las dos junticas al psiquiatra!
Besines.
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