Páginas

25 abril 2011

Dama, Dama...


Cada vez que veo a la Duquesa de Alba y a Alfonso Díez y, sobre todo, cada vez que leo u oigo la polémica que, a propósito de su relación, sea cual sea, hay montada me río y me viene a la cabeza aquella estrofa de la canción "Dama, Dama", de Cecilia:

Dama dama de alta cuna
De baja cama, señora de su señor,
Amante de un vividor.
Dama que hace lo que le viene en gana
Esposa de su señor,
Mujer por un vividor.



Y es que para mí la Duquesa es un crack porque tengo la impresión de que, bajo su frágil apariencia, se pone el mundo por montera y hace exactamente lo que le apetece. Me provoca ternura y me hace gracia verla con esos looks tan desafortunados para su edad pero que son, supongo, parte de su forma de ser y de ver la vida. Y hace muy bien porque, sea cual sea la relación que la una a Alfonso Díez, es su vida y sólo a ella le compete el vivirla como le apetezca o considere conveniente.

Sinceramente dudo que exista entre ellos esa intimidad que se le supone a toda pareja de cama y sexo, primero porque dudo que, sexualmente, una señora de su edad y circunstancias pueda ser atrayente para un señor de la edad de él y "funcione" y, segundo, porque la miras y te da la impresión de que se rompería con pocos trotes.

Pero hay una cosa que sí tengo clara y es que, aun en el caso de que el señor en cuestión finja que la ama y todo eso y esté con ella por conseguir una hipotética herencia u otros beneficios ulteriores, ella tiene todo el derecho del mundo a ser feliz y a hacer con su dinero y su patrimonio lo que le de la real gana, incluso a (si fuera el caso) a "comprarse" un novio que la pasee y la entretenga.

Así que, una vez más Doña Cayetana, olé sus narices y, si le quedan por vivir los dos telediarios que aparenta, a disfrutarlos.

19 abril 2011

Maldito cabrón

Esta mañana alguien ha tenido la feliz idea de incendiar la Sagrada Familia. Se ha detenido a una persona y, de momento, la prensa digital lo califica de "perturbado".

Pero yo me pregunto ¿les ha dado tiempo ya a hacerle un análisis psiquiátrico?, ¿o se trata simplemente de minimizar la noticia? porque, de ser así, no debería hacerse.

Y digo que no debería hacerse porque, que yo sepa, es la segunda iglesia que se quema en Barcelona en el plazo de un mes y aquí no importa que los daños materiales hayan sido nimios, aquí lo que importa es el significado en sí del hecho, es ese odio cerval hacia todo lo católico que, desde ciertos sectores, se está promoviendo y que hay que denunciar bajo todas las formas posibles.

Y hay que hacerlo por una razón muy simple, porque la historia, desgraciadamente, tiende a repetirse y porque se están prendiendo mechas de odio entre personas que convivían estupendamente que se parecen sospechosamente a las de la España del 35 y 36 y en una situación de esas pierden todos, los católicos y los que no lo son.

Estoy escribiendo esto porque me ha repateado muy especialmente la noticia por algo que ha pasado en casa al oírla y es que a mi madre, que tiene demencia senil, le ha aflorado un recuerdo de su infancia, de cuando sólo tenía 6 años y empezó la Guerra Civil. Ha recordado cuando, desde un lugar llamado "El Muro" en el pueblo donde nació, tiraban los santos al río en el año 36.

Y maldigo al "perturbado" que ha incendiado la Sagrada Familia, lo maldigo porque, de entre todos los recuerdos que mi madre tiene olvidados para siempre, ha tenido que aflorar con su acción precisamente uno que la ha hecho temblar de miedo y ponerse tremendamente triste.

Así que, maldito cabrón, te llames como te llames, yo te maldigo y ojalá te encierren y tiren la llave, a ti, a las de la otra iglesia y a todos los que, en nombre de una mal llamada libertad, prendéis la mecha de la intolerancia y jugáis con fuego, con esa clase de fuego que termina quemando a todo el mundo, el que enzarza a la gente en problemas donde todos pierden.

10 abril 2011

El cementerio de los trabajos muertos

Hace muy pocos años era bastante complicado en ciertos lugares comprar o alquilar una nave industrial; se pagaban, tanto por el alquiler como por la compra, precios desorbitados que, sin embargo, eran asumibles por los compradores o los inquilinos.


Y lo eran por una razón muy simple, porque había dinero disponible a un precio razonable y el dinero genera trabajo y el trabajo genera consumo y el consumo más trabajo y todo funcionaba como un engranaje bien engrasado.

Pero un día empezó a romperse la cadena y empezó a haber menos dinero y más desconfianza y, por ello, menos trabajo y, con ello, menos consumo y, a su vez , menos trabajo y a muchas de esas naves industriales que, otrora, bullían de actividad, empezaron a llegar cada día menos trabajadores, de hecho se acabaron los problemas de aparcamiento como se acabaron, también, las largas colas de camiones para cargar y descargar.

Y, poco a poco, como por arte de magia, fueron acabándose el bullicio y apareciendo los carteles, los de "se vende", "se alquila" o "se subasta" y de quemar gasoil se pasó a quemar ilusiones.

Y, entonces, en lugar de en un centro de actividad fueron, poco a poco, transformándose en algo inerte, casi carente de vida, se convirtieron en un cementerio, en el cementerio de los trabajos muertos.

02 abril 2011

¿Este hombre en qué país vive?

El pasado martes Zapatero concedió una entrevista conjunta a "Le Monde", "Der Spiegel", "Gazeta Wyborcza", "El País" y "The Guardian" y, como soy cada día más masoquista, tuve las narices de leerme la que publica El País y un resumen de la de The Guardian.

La entrevista no tiene desperdicio, este hombre, aparte de que cada vez que abre la boca sube el pan, es que parece que vive en otro país, yo hasta pienso si no se estudia los datos de otro en lugar de España y se los cree y los traslada al nuestro pensando que aquí el personal es tonto y no se entera.

Voy a analizar un poco sólo una de las preguntas y su respuesta de la citada entrevista, las que reproduzco a continuación (sic):

Pregunta: "¿Cuál va a ser su papel en la campaña?".

Respuesta: "Como el de todas las campañas, activo dentro de lo que me permite la responsabilidad de Gobierno. Además, soy muy disciplinado y voy a los mítines que me diga Pepe Blanco. Voy a hacer una participación igual o parecida a cualquier elección municipal y autonómica. Voy a hacer una campaña, eso sí, explicando por qué hemos salido de la crisis, por qué vamos a recuperarnos y quién ha ayudado y quién no ha ayudado".

Aquí es cuando empiezo a pensar que este hombre no vive aquí, él vive en un mundo feliz diferente de la mayoría de los españoles y ni se entera de lo que dice el INE ni el Banco de España ni el Dios que los fundó porque ¿en qué cabeza cabe decir textualmente que "hemos salido de la crisis"? cuando, precisamente al día siguiente de la entrevista, va el Banco de España y publica su último boletín y, entre otras cosas, prevé que el PIB crecerá este año un 0.80%, es decir un 38,47% menos del 1,3% previsto por el Gobierno y, con lo que es peor, se hicieron los presupuestos generales del estado.

Y, a continuación, me pregunto de qué clase de pasta tiene este hombre que estar hecho para decir, sin empacho alguno, que hemos salido de la crisis cuando España tiene una tasa oficial de paro del 20,5% que supone alrededor de 4.300.000 parados y una cantidad real de casi 5.000.000 porque, como aquí en todo se hace trampa, resulta que se maquillan las cifras del paro y se excluye de él a las personas que están recibiendo algún curso de formación. O ¿cómo tiene la cara tan dura de decir que hemos salido de la crisis cuando el 43% de nuestros jóvenes, de la generación mejor formada (académicamente hablando) que jamás tuvo España, no encuentra trabajo?.

Y la cifra del paro, según las previsiones del Banco de España, subirá hasta un 20,70% y no se espera creación neta de empleo hasta el segundo semestre. O, también, ¿qué clase de salida de la crisis es el que se pronostique que el ahorro caerá este año hasta el 11,2%, un 2,50% por debajo del 13,70% actual?. En fin, que lo dejo porque me endemonio pero, antes, un deseo y es que, como acaba de anunciar que no se presenta a las próximas elecciones, a ver si, por una vez en su vida, acierta algo y no se presenta de verdad.