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19 abril 2011

Maldito cabrón

Esta mañana alguien ha tenido la feliz idea de incendiar la Sagrada Familia. Se ha detenido a una persona y, de momento, la prensa digital lo califica de "perturbado".

Pero yo me pregunto ¿les ha dado tiempo ya a hacerle un análisis psiquiátrico?, ¿o se trata simplemente de minimizar la noticia? porque, de ser así, no debería hacerse.

Y digo que no debería hacerse porque, que yo sepa, es la segunda iglesia que se quema en Barcelona en el plazo de un mes y aquí no importa que los daños materiales hayan sido nimios, aquí lo que importa es el significado en sí del hecho, es ese odio cerval hacia todo lo católico que, desde ciertos sectores, se está promoviendo y que hay que denunciar bajo todas las formas posibles.

Y hay que hacerlo por una razón muy simple, porque la historia, desgraciadamente, tiende a repetirse y porque se están prendiendo mechas de odio entre personas que convivían estupendamente que se parecen sospechosamente a las de la España del 35 y 36 y en una situación de esas pierden todos, los católicos y los que no lo son.

Estoy escribiendo esto porque me ha repateado muy especialmente la noticia por algo que ha pasado en casa al oírla y es que a mi madre, que tiene demencia senil, le ha aflorado un recuerdo de su infancia, de cuando sólo tenía 6 años y empezó la Guerra Civil. Ha recordado cuando, desde un lugar llamado "El Muro" en el pueblo donde nació, tiraban los santos al río en el año 36.

Y maldigo al "perturbado" que ha incendiado la Sagrada Familia, lo maldigo porque, de entre todos los recuerdos que mi madre tiene olvidados para siempre, ha tenido que aflorar con su acción precisamente uno que la ha hecho temblar de miedo y ponerse tremendamente triste.

Así que, maldito cabrón, te llames como te llames, yo te maldigo y ojalá te encierren y tiren la llave, a ti, a las de la otra iglesia y a todos los que, en nombre de una mal llamada libertad, prendéis la mecha de la intolerancia y jugáis con fuego, con esa clase de fuego que termina quemando a todo el mundo, el que enzarza a la gente en problemas donde todos pierden.

7 COMENTARIOS:

chus dijo...

Maria una guerra no por dios, eso seria uyyyyyyyyyyy. UN BESO TESORO

chus dijo...

ADEMAS DE ESTAR ENFADADIMA, PORQUE RESPONDI Y NO APARECE Y TENGO QUE REPETIR POR CULPA ¿DE INTERNET? ¿DE COSAS RARAS? ¿QUE ESTA PASANDO?. besos

Rosana Martí dijo...

La Basílica de la Sagrada Familia, que así se llama y es desde que el Papa Benedicto VI, en su visita a Barcelona le diera este cargo a tan joya arquitectónica realizada por un maravilloso arquitecto Gaudi. Y que desde que tengo uso de razón siguen las obras para acabar el sueño de un maestro de la arquitectura. Y dudo que la vea acabada alguna vez. Desconozco los daños ocasionados por tal barbarie cometida. Yo maldigo a ese y a todos los que por el mero hecho de destruir algo y hacer daño, disfrutan y se regocijan.¡MADITOS!

Besitos mi niña, siento mucho el requemor de tu mamí cielo. Dale un beso enorme de mi parte.

Rosana Martí dijo...

María reina que me dejé la X de número que le corresponde a ese Papa ufffff...Benedicto XVI, ya me vale jajajajaja.

Ahora con la aprobación del comentario no puedo rectificarlo, ¡HORRORRRRR! no es justo, que conste en apta.

* Inés * dijo...

Me enteré ayer al poco rato del suceso, casualmente planchaba con la radio puesta.
Un perturbado, lo de siempre, no hubo víctimas, lo de siempre.
La noticia no mereció más interés para el periodista.
Parece que el destrozo ha sido significativo, no me consuela el hecho de que haya sido detenido ya, sino la importancia de las posibles pérdidas artísticas, como único problema.
Lo que me preocupa, María, es que en cuatro días estará en la calle. Volverá a quemar algo, por una necesidad irresistible, de prender fuego, una voz que le ordena hacer eso.( ¡manda narices!).
Suelen quemar cosas de otros, nunca suyas.
Comparto tu indignación, por el atentado tan indignante a la Sagrada Familia y a los fieles.
Un abrazo para tí y un besito en la frente a tu madre.

Mos dijo...

Todo odio implica actuar con violencia y carecer de tolerancia y respeto. Deberíamos ser más tolerantes con las religiones y los que profesan el culto a cualquiera de ellas. También ser más tolerante con las ideas políticas siempre que haya diálogo y aceptación de las reglas democráticas.
Siento lo de tu madre, María. El perturbado ese (digo yo que tirando de nombre y archivos varios en un santiamén sabrá la policía con quién se la están jugando), no creo que pertenezca a un clan secreto que vaya quemando iglesias por Cataluña. Más bien son casos aislados de dudosa cordura.
La Guerra Civil española fue un completo desastre, un despropósito,un ataque a la legalidad vigente, una reyerta entre hermanos, una ocasión para vengarse del que te caía mal, una atrocidad entre rivales que no debieron ser y mucho más que no quiero mencionar.
Hubo víctimas inocentes en ambos bandos, quemas de iglesias, de figuras religiosas, de curas y monjas. También de "rojos" a punta pala sin comerlo ni beberlo, de fusilados en los muros de los cementerios, de fosas comunes, ... Demasiadas tragedias que, sobretodo los más ancianos, recuerdan y rememoran de vez en cuando. Es la memoria, ya no la histórica, que saca a relucir los archivos más escondidos de nuestro "disco duro cerebral".
Maldito cabrón ese perturbado por hacer pasar un mal momento a tu madre.
¡A quién se le ocurre quemar la Sagrada Familia! Pero si es lo más bonito de Barcelona.

Un abrazo, paisana, desde mi orilla.

mariarosa dijo...

Muy triste lo que cuentas, mi estimada María. Hay tiempos en que lo pasado renace, debe ser el odio que esas personas guardan dentro suyo. Pero que podemos esperar de quien no conoce a Dios: nada bueno.

Te acompaño en tu bronca, te dejo mis respetos.

mariarosa