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23 agosto 2011

Jugando a ser Dios


Nuestro maravilloso "desgobierno", porque no puede ser llamado de otra forma, en su penúltima vuelta de tuerca en cuanto a prohibir derechos ha manifestado su intención de aprobar, antes de las elecciones, su nueva "Ley de cuidados paliativos y de muerte digna" que regula, entre otras cosas, el dudoso derecho a que nos maten en el hospital cuando se suponga que nos queda poca expectativa de vida, es decir, que ahora Papá Estado piensa intervenir hasta en cuando nos tenemos que morir.

Dijo en su momento la Srta. Pajín que la Ley en cuestión no despenaliza la eutanasia ni el suicidio asistido y que el Ejecutivo pretende que afrontemos nuestros últimos días con dignidad y el menor sufrimiento posible. Y yo, a este respecto, le diría que si lo que pretende es aumentar nuestra dignidad cuando estamos enfermos u hospitalizados que empiece, por ejemplo, por prohibir los puñeteros camisones que te dejan el culo al aire o que las habitaciones de los hospitales públicos sean individuales y sólo tus seres queridos vean tu sufrimiento o deterioro porque, por experiencia lo digo, maldita la gracia que te hace estar en una habitación compartida sufriendo o vomitando y volviéndote el estómago del revés mientras lo haces y que te estén viendo u oyendo unos desconocidos, o que te levanten al baño y esos mismos desconocidos vean tu precioso trasero gracias a los dichosos camisones.

Alega, también, que "Estamos hablando de aquellos pacientes que entran en fase terminal o de agonía, en la que los médicos ya descartan de forma clara que vaya a haber expectativas de curación" y que (experta ella donde las hubiere) "Habla de la fase gradual que precede a la muerte y que se manifiesta clínicamente por un deterioro físico grave, debilidad extrema, trastornos cognitivos y de consciencia, dificultad de relación y de ingesta y pronóstico vital de pocos días".

O sea que, con la nueva Ley en la mano, yo me podría ir al médico y decirle "oiga métale un chute a mi madre y remátela que quiero heredar" porque:

1) Técnicamente todos estamos en la fase gradual que precede a la muerte, de hecho, siguiendo literalmente sus palabras, estamos en esa fase desde nuestro nacimiento.
2) Mi madre tiene un deterioro físico grave porque tiene 81 años, artrosis, demencia senil y un juanete.
3) Tiene, por la demencia senil, trastornos cognitivos, dificultad de relación y de ingesta.
4) Tiene pronóstico vital de pocos días, por la edad, enfermedad, etc.

pero, claro, eso lo harían y probablemente lo harán con el beneplácito del "Ejecutivo" (y nunca mejor dicho porque ejecutarán, pero a personas) quienes no tengan ni sentimientos ni vergüenza, que haberlos haylos, entre ellos quienes son capaces de legislar y/o aprobar algo así.

Resumiendo que, a mi juicio, esto no es más que otra forma de reducir gasto en pensiones y en sanidad alegando nuestro bienestar, porque incluso la mayoría de las personas que claman por morirse en realidad no desean la muerte sino dejar de sufrir dolores o una depresión y, afortunadamente, hay tratamientos que reducen o eliminan el dolor y llega un momento en que aquel que quería morirse porque no lo aguantaba se encuentra con que sí, con que quiere vivir porque ya tiene unas condiciones de vida aceptables o soportables y nadie, absolutamente nadie, ni siquiera la Srta. Pajín, tiene derecho a jugar a ser Dios y quitar o dar facilidades para, legalmente, privar a nadie de su vida.

Igual si metiera la cabeza de vez en cuando en agua se le aclaraban las ideas, porque manda narices la dichosa Ley, empezando por el título porque sólo a un imbécil rematado se le ocurriría llamar a la eutanasia "cuidado paliativo". Y para finalizar, tanto a ella como a quienes, fueren del partido que fueren, tengan previsto votar sí a esa Ley en su totalidad, les diría que recordaran aquello que siempre han dicho los médicos: "Mientras hay vida hay esperanza".

16 COMENTARIOS:

Lara dijo...

No se puede estar más de acuerdo con todo lo que comentas aquí María, sobre todo en la parte de tener que compartir con desconocidos algo tan íntimo, a nadie se le ha ocurrido pensar que eso es denigrante.

Seguramente muchos de los que defienden esta ley no la querrán para ellos ni para sus familiares, y también hay muchos que no se han enterado de lo que va, piensan siemplemente que es para evitar el sufrimiento...claro que después de muerto no se sufre.

Enfin esperemos que no les quede ningún otro tema que aprobar...

Rosa Mª Villalta dijo...

María me uno a todas y cada una de las palabras que has expresado, porque son una certera realidad.
Yo, no entiendo de políticas, pero es que esto va más allá; lo siento, por ser tan ignorante.
Pero no puedo admitir jamás de los jamases que se juegue con la vida de las personas.
Muchos besos, querida amiga. Rosa.

Rosi dijo...

Hola María, por desgracia yo he sido testigo de la agonía de una mujer enferma de cancer, era amiga de mi abuela. Su enfermedad terminal acompañada de una agonía que si no recuerdo mal duró como una semana. Yo le cogía la mano y si bién los primeros días hablaba aunque con trabajo los últimos fueron horribles. En una de mis visitas en las que el sufrimiento que tenía le impedía articular palabra, no te puedes imaginar lo angustioso que era verla así y yo me preguntaba viéndola y sintiendo como las lágrimas se me escapaban, por que no acababan con su sufrimiento, por que no adelantaban su muerte si era cuestión de horas o pocos días, de que servía tenerla así y llegué a la conclusión que no servía para nada bueno.
En estos casos María si creo que se deba ayudar a morir y evitar el tremendo sufrimiento de las personas.
Besitos.

Juan Enrique Vicuña dijo...

Antes de tener el derecho de decidir sobre nuestras vidas, debemos definir qué entendemos por lo que es realmente " vivir" y no creo que este concepto pase por estar postrado en una cama . Saludos.

José Antonio del Pozo dijo...

Son terrenos extremadamente peligrosos: ayer hoy en la radio onda 0 que los médicos habían deshauciado a un chico en coma tras un trastazo con la bici y que de repente se despertó y en pocos días estará en casa. Tratamientos paliativos sí, pero abrir puertas al matarile, no.
Saludos blogueros

Rosana Martí dijo...

Totalmente de acuerdo siempre y cuando no haya luz de vida, ni esperanza.

Besitos mi linda María, te mando un fuerte abrazo.

Helio dijo...

Esta puede ser la ultima ley que nos chirría a los que no pensamos como ellos.
Como tantas otras con las que hemos discrepado, el problema es que aunque haya cambio de gobierno, muchas no tendran retorno.
Besos.

* Inés * dijo...

Leyes absurdas que siguen indignándome, reducen al máximo las ayudas que necesitamos, para gastar y tirarlas en cosas y países, que ni nos van, ni nos vienen.
Blanquean fachadas a ojos del mundo y dejan los cimientos que sigan resintiéndose.
El gobierno del capricho de políticos sin formación, jugando a ser dioses.
Pensadores de lo absurdo, en el que el ciudadano de a pie ni existe.
Mordaza a la justicia, interesada en arañar peldaños de prestigio.
Enfermos que no tienen lo esencial para tener una cierta calidad de vida.
Ayudas que no alcanzan o no llegan nunca y que matan la esperanza de muchos, hasta que la vida se acaba.
No interesa la agonía de un ser humano, ni buscar remedios, ni el coste que ésta produce.
¿ Tendrán mayores en la misma situación que los nuestros María?
Supongo que no.
Estoy en contra de la eutanasia, un ser humano tiene dignidad hasta que deja de existir y quitarle la vida, de forma terapéutica, sigue siendo un asesinato.
Un escrito muy duro y real.
Un beso María y otro para tu madre, en su frente.

Natalia Pastor dijo...

La izquierda siempre ha estado instalada en la "cultura de la muerte" desde tiempos inmemoriales.
Para ellos, la vida no es un bien sagrado a proteger y de ahí que ni siquiera concedan al feto el caracter de ser humano - como hizo esa "mente preclara" llamada Bibian Aido -, despojándolo por tanto de cualquier tipo de derechos.

Con respecto a la eutanasia -eufemisticamente llamda "muerte digna"-,es más de lo mismo.
La izquierda se atribuye el derecho a decidir cuando un ser humano deja de existir, por mor de criterios "terapeuticos" o de "sedación" de los cuales el Dr Montes ya dejó sufientes evidencias tras su paso por el Severo Ochoa.

A fin de cuentas es puro estalinismo; se elimina al enfermo "molesto", al anciano que ocupa un cama de hospital.
Se le da "matarile" en aras de ese progresismo falsario y mortal que nos lleva directamente a un pijama de madera de pino.

Un beso.

Y felicidades por tu blog.
Te sigo.

Javier Domingo dijo...

Cuánta razón en tus palabras aunque, sin duda, crearán polémica. Yo soy de los que opino que, ante todo, la vida.

¡Un abrazo!

PD: Le enseñé a mi madre tu comentario en mi blog (lo de ordenar los cajones) y nos estuvimos riendo mucho. :)

Luján Fraix dijo...

SI MIENTRAS HAY VIDA HAY ESPERANZA Y ES DIOS QUIEN DECIDE CUÁNDO Y COMO ALGUIEN DEBE IRSE DE ESTE MUNDO. YO LA PASÉ MUY TRISTE CON MI MAMÁ, TUVO UNA AGONÍA LARGA Y TERRIBLE PERO JAMÁS SE ME HUBIERA OCURRIDO TOMAR ESA DECISIÓN.
ES DIOS QUIEN DEBE HACERLO...

BESITOS

S dijo...

No hay más Dios que la Física. Por otro lado, comprendo que hay gente que no quiera seguir viviendo, aunque pueda seguir existiendo dignamente merced a los progresos de la ciencia.

Y esta ley, polémica (por supuesto)tiene en mi opinión más bondades que maldades, y, si llega a aprobarse y a entrar en vigor, la mayoría social acabará acostumbrándose a ella, creo yo.

Estoy de acuerdo, sin embargo, con mucho de lo que se dice en esta entrada sobre lo que se ve en las habitaciones de los hospitales de este país, en general.

Un cordial saludo desde Andalucía.

Julio Dìaz-Escamilla dijo...

Todo un tema, querida amiga mía, todo un tema. Cuando nace la vida, se despierta la muerte, eso está claro. Lo que no me espanta ni asombra es la actitud y discurso "bienhechor" de los tecnócratas de turno, ese principado tan dueño de hacienda y vidas ajenas. En fin.
Un abrazo.

José Navarro Leandro dijo...

Desde luego en estas cosas se ve la preocupación que tienen algunos por ganar unas elecciones, en lugar de intentar sacar a España del agujero en el que la han metido.
¡Indignante!, ¿es lo más importante ahora mismo en un país con cinco millones parados y una situación económica al borde de la quiebra aprobar una ley de cara a la galería, que en realidad es un asesinato encubierto?

Mos dijo...

Difícil y escabroso tema. Para debatir con seriedad, rigor y conocimiento.
Cuando has visto y vivido, como es mi caso, a una amiga consumirse sin remedio por un cáncer galopante de ovarios que, en cuestión de dos meses, se ha propagado por el cuerpo con una metástasis más galopante aún y aprecias como se va consumiendo, perdiendo peso, la noción del tiempo; cuando sabes que apenas sufre por la morfina que le inyectan y cuando ves sufrir a su familia a sus espaldas para que no se entere muy bien de lo que se avecina entonces, te dices a ti mismo para qué prolongar lo inevitable. Más cuando la trasladan a un centro hospitalario de desahuciados.
Creo que decir "hasta aquí, querida amiga,ya no hay vuelta atrás, cierra los ojos y vete con Dios dignamente" no es jugar a ser dioses. Simplemente pienso que es amar más si cabe; es ser más humano con alguien que sufre y no querer prolongar su agonía ni sus últimos días.
Difícil tema, paisana. Que no nos toque pasar ese mal trago.
Un abrazo de Mos desde fuera de mi orilla.

Gala dijo...

Aqui no estoy totalmente de acuerdo contigo...
Si es verdad que mientras hay vida hay esperanza... y si, no estoy a favor de que se pueda decidir por un viejito pero tambien es verdad que hay gente, muy cuerda, que desea morir..
Porque no concibe la vida con ese sufrimiento, enganchado a una máquina, no se, se me ocurre la peli Mar adentro...
Creo que si alguien en una situación similar desea una muerte digna, creo que le deberian conceder la opción.

Otra cosa es el abuso de estas normas... o leyes...
que siempre habrá que como tú dices, para heredar acabe con mas de un padre... pero de eso no tiene la culpa la ley... sino la conciencia del hijo...

Besitos Maria.